“Valiente aburrimiento de partido”, pensaba Pablo mientras veía pase de balón tras pase de balón desde la tribuna del estadio.
-Pues menos mal que es el encuentro del siglo- le comentó a Felipe que estaba a su lado con expresión ausente- Felipe ¿Me estás oyendo?
El sopor producido por el aburrido juego había transportado a Felipe a su niñez, a aquellos partidillos en el descampado, el olor del polvo levantado por multitud de piececillos descalzos, el sueño de llegar a ser una estrella como estos jugadores aburridos ¡Eh! Algo pasaba en el campo. Habían marcado un gol con una espectacular chilena.
-¡Goool!- Gritó de repente poniéndose en pie.
-Pero… ¿Tú estás tonto o qué?- le reprendió Pablo- ¿No ves que el gol nos lo han metido a nosotros?